Es cierto que unos utilizan más estas estrategias que otros, pero no quiero en este artículo hacer un comentario de carácter partidario, sino todo lo contrario. La expresión más surrealista es la aparición de los DVDs, primero del Partido Popular y más tarde del PSOE, en la que no paran de criticarse utilizando un lenguaje más propio de una pelea de hermanos (y tu más, pues anda que tu,………) que de representantes de los ciudadanos.
A veces me planteo si de verdad nos merecemos estos representantes y si, como afirman muchos, éstos representan, nada más ni nada menos, que al conjunto de los ciudadanos y, por tanto, son un reflejo de la sociedad. Pero aún aceptando que son un reflejo de los que formamos esta sociedad, podrían situarse en los valores del respeto, el civismo y la convivencia, como la mayoría de nosotros, porque está claro que si la mayoría de los conflictos que vivimos cada día se trataran de la forma que los tratan los políticos, estaríamos es una situación social de caos absoluto.
Por lo tanto, solicito a los representantes políticos que se dediquen a solucionar los problemas de la gente, a discutir y discrepar con contundencia pero guardando las formas y garantizando, por encima de todo, el respeto al adversario. Además de hacer esfuerzos por tal de llegar a acuerdos en aquellos temas que afectan de una forma determinante al futuro de nuestra sociedad.