11 febrero 2007

LA VIOLENCIA Y EL FÚTBOL

Mucho tenemos que reflexionar, en nuestras sociedad, sobre el papel de la violencia y los espectáculos deportivos. Hemos tenido que ver como moría un agente en Italia para que este país se ponga serio y oblige a los clubs al cumplimiento de la legislación deportiva, que no es otra cosa que garantizar la seguridad en los recintos deportivos. La verdad es que tenemos que pararnos y analizar este punto, en un negocio que mueve millones y millones de Euros, no hay recursos para acondicionar unos campos que son obsoletos y donde, en algunos casos, no había ni tornos para controlar los accesos (parece mentira).
No os quiero engañar, ni ir de intelectual antifútbol, me gusta el fútbol y suelo ir al campo a ver a mi equipo cada quince días. No obstante, no me parece razonable que cuando voy al fútbol y llevo a mi sobrino me sienta intranquilo y tema por su seguridad. Además, sólo hay que leer las páginas de regional o local de cualquier diario deportivo para ver la cantidad de situaciones en que los padres acaban a mamporrazos con los padres del equipo rival.
Con todo esto quiero decir que más allá de las leyes, que por supuesto hay que cumplir, sobretodo las relativas a la seguridad de las personas, hay que trabajar des de la transmisión de valores a las nuevas generaciones y a sus progenitores para conseguir que se viva el deporte y, sobretodo el fútbol, como lo que es un deporte que fomenta la relación y no la confrontación.
Tenemos que disfrutar del espectáculo con pasión y afición, pero sobretodo entendiendo que el deporte tiene que ser un antónimo de violencia.