19 septiembre 2006

OTRA VEZ LA RELIGIÓN

Cuando escuché las palabras de Ratzinger en seguida entendí que algo pasaría, la verdad es que es posible que el jefe de la iglesia católica no quisiera ofender con su discurso y que seguro que se ha sacado de contesto pero no por eso le tenemos que recordar el papel importante que ha de jugar el representante de esta institución que además, no olvidemos, tiene la jefatura del Estado Vaticano. En un momento en el que estamos discutiendo sobre el conflicto de civilizaciones o la alianza de civilizaciones, en este contexto de inestabilidad y de instrumentación de las creencias para luchar contra el enemigo, los representantes de las comunidades religiosas han de jugar un papel importantísimo en la búsqueda de puntos de encuentros y, sobretodo, en destacar los puntos de entente y no los de división.

Pero, vemos como desde el Vaticano se ha iniciado una campaña de reevangelización de Europa, en la cual, a veces alertan del aumento de los musulmanes en occidente y como esto afectará a nuestra forma de vida. También vemos como muchos líderes de la comunidad musulmana también alientan a los suyos a una lucha contra los infieles (forma de describir a los occidentales). Creo que se debería buscar la complicidad de las dos comunidades y que los respresentantes de las diferentes creencias se den la mano y se entre en un período de distensión ya que si no se hace así los que ganarán serán los radicales de uno y otro bando.

En este punto hay que felicitar al Presidente de Irán que se ha manifestado en este sentido y se ha distanciado de las posiciones radicales.

13 septiembre 2006

LA POLÍTICA DE INMIGRACIÓN

Estamos viendo como el debate sobre el fenómeno de la inmigración está llegando a unos niveles no deseables. No podemos situar el debate político en el mismo tono que todas las otras discrepancias entre los dos principales partidos del Estado. No tenéis la sensación, a veces, de estar entre una riña tonta más que en un debate serio de política. No empezaré esta argumentación hablando sobre el efecto llamada o no de ciertas políticas públicas, pero lo que si que manifestaré de forma clara es que podemos constatar como las acciones en materias de inmigración obedecen más a solucionar situaciones puntuales que a una verdadera reflexión y posterior planificación y desarrollo de los instrumentos necesarios para una verdadera política de inmigración, lo que en definitiva nos lleva a manifestar que no hay política de inmigración, entendida esta como una política que afecte todos los campos que el fenómeno abarca. La ausencia de esta política de inmigración, como bien dice Joan Subirats, genera unos ganadores y unos perdedores. Los ganadores son los que se lucran aprovechándose de las ansias de mejorar de los que tratan de alcanzar Europa y los que se aprovechan de esta situación para reducir salarios, condiciones laborales y erosionar condiciones de seguridad. Los perdedores son los inmigrantes, quienes sufren penalidades, los que deben convivir con la miseria de los recién llegados, los que eran beneficiarios de ayudas públicas y que ahora se ven desplazados el penúltimo lugar por recién llegados aún más necesitados que ellos. Por todo esto, creo que necesitamos más que nunca una política de inmigración, esta ha de ser a nivel Europeo y debería estar fuera del debate político partidista y realizarse desde una visión de Estado y de ciudadanía europea. Esta nueva política debería huir de posicionamientos unidireccionales (Ejemplo: tratar el fenómeno sólo en términos económicos o sólo en términos humanitarios, etc.) y abordarlos desde una óptica de conjunto ya que las no políticas de hoy serán conflictos del mañana.